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El Benchmark Estratégico nació como una metodología interna para transformar la observación de competidores en decisiones de producto informadas y accionables. El objetivo fue establecer un marco claro y replicable que permitiera a los equipos de Cumplo —diseño, producto y tecnología— evaluar la experiencia de otras fintechs con rigor y propósito, alineando la inspiración con los objetivos del negocio.
En múltiples procesos de diseño, los benchmarks se realizaban de forma intuitiva y desestructurada. Cada diseñador comparaba productos según su propio criterio, lo que generaba:
Era necesario pasar de una práctica exploratoria a una metodología estandarizada y con impacto tangible en las decisiones de diseño y negocio.
El desafío fue diseñar una metodología paso a paso, fácil de replicar, que transformara la inspiración competitiva en insight, priorización y acción. La meta: construir una herramienta interna de diseño estratégico que ayudara a:
El proceso se estructuró en 10 pasos iterativos, concebidos como una guía práctica y visual:
Durante la implementación, se negoció con PMs y negocio para validar el valor del proceso como insumo estratégico, no solo exploratorio. La clave estuvo en mostrar evidencia visual comparada y cómo esa información podía traducirse en ROI o mejoras de experiencia medibles.
El resultado fue la creación de una metodología interna de Benchmark Estratégico, documentada en formato replicable para futuros proyectos. Este framework permitió:
Además, la metodología fue adoptada por otros equipos como referencia para research competitivo, priorización de features y validación temprana de hipótesis.
En definitiva, este enfoque convirtió el benchmark en un lenguaje compartido entre diseño, negocio y tecnología, donde cada observación externa se traduce en una acción concreta dentro del producto.
El resultado fue la creación de una metodología interna de Benchmark Estratégico, documentada en formato replicable para futuros proyectos. Este framework permitió:
Además, la metodología fue adoptada por otros equipos como referencia para research competitivo, priorización de features y validación temprana de hipótesis.
En definitiva, este enfoque convirtió el benchmark en un lenguaje compartido entre diseño, negocio y tecnología, donde cada observación externa se traduce en una acción concreta dentro del producto.

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El Benchmark Estratégico nació como una metodología interna para transformar la observación de competidores en decisiones de producto informadas y accionables. El objetivo fue establecer un marco claro y replicable que permitiera a los equipos de Cumplo —diseño, producto y tecnología— evaluar la experiencia de otras fintechs con rigor y propósito, alineando la inspiración con los objetivos del negocio.
En múltiples procesos de diseño, los benchmarks se realizaban de forma intuitiva y desestructurada. Cada diseñador comparaba productos según su propio criterio, lo que generaba:
Era necesario pasar de una práctica exploratoria a una metodología estandarizada y con impacto tangible en las decisiones de diseño y negocio.
El desafío fue diseñar una metodología paso a paso, fácil de replicar, que transformara la inspiración competitiva en insight, priorización y acción. La meta: construir una herramienta interna de diseño estratégico que ayudara a:
El proceso se estructuró en 10 pasos iterativos, concebidos como una guía práctica y visual:
Durante la implementación, se negoció con PMs y negocio para validar el valor del proceso como insumo estratégico, no solo exploratorio. La clave estuvo en mostrar evidencia visual comparada y cómo esa información podía traducirse en ROI o mejoras de experiencia medibles.
El resultado fue la creación de una metodología interna de Benchmark Estratégico, documentada en formato replicable para futuros proyectos. Este framework permitió:
Además, la metodología fue adoptada por otros equipos como referencia para research competitivo, priorización de features y validación temprana de hipótesis.
En definitiva, este enfoque convirtió el benchmark en un lenguaje compartido entre diseño, negocio y tecnología, donde cada observación externa se traduce en una acción concreta dentro del producto.
El resultado fue la creación de una metodología interna de Benchmark Estratégico, documentada en formato replicable para futuros proyectos. Este framework permitió:
Además, la metodología fue adoptada por otros equipos como referencia para research competitivo, priorización de features y validación temprana de hipótesis.
En definitiva, este enfoque convirtió el benchmark en un lenguaje compartido entre diseño, negocio y tecnología, donde cada observación externa se traduce en una acción concreta dentro del producto.